6 de noviembre de 2015

Internet mató a la estrella de televisión

Contexto. El kirchnerismo ha sido esencialmente enemigo de los medios, a los que acusa de deformar la realidad. Pero Aníbal Fernández no perdió por las acusaciones de Martín Lanatta. Aníbal Fernández atribuyó su derrota a un programa de televisión. La historia de las investigaciones sobre la influencia de los medios y el presente de audiencias fragmentadas y múltiples fuentes de información lo desmienten.
Por EUGENIA MITCHELSTEIN*, Publicado en PERFIL el 05/11/2015

2 de agosto de 2015

HERIBERTO MURARO – El poder de los medios de comunicación de masas

Texto publicado en 1971 por el Centro Editor de América Latina. Muestra la incipiente conformación de algunos debates que aún hoy siguen vigentes, por más cambios que haya vivido el mundo y el campo de la comunicación masiva. Estamos hablando de un mundo en el que no existía Internet, la televisión como medio masivo estaba en pleno auge, los países vivían el apogeo de su “Guerra Fría” con la URSS aún no desintegrada (aunque ya alejada de su carácter socialista de inicio). Sin embargo, con dos citas ejemplificaremos algunas de las cuestiones que no provocarían sorpresas si aparecieran en textos de producción y circulación actual:

- “Por eso no es extraño que la lucha por el control de los medios de comunicación de masas sea un componente siempre presente en los debates y conflictos políticos de nuestra época.”

- “Se trata de una cultura del consumo que pone el acento en la vida activa y despreocupada, en el sexo y el éxito fácil: necesariamente tiende a identificar más su mensaje con los jóvenes que con los adultos en edad avanzada.

El texto se puede leer y descargar desde AQUÍ.

Referencia: * Muraro, Heriberto; El poder de los medios de comunicación de masas, en Enciclopedia Transformaciones, Centro Editor de América Latina, BA, 1971.


El texto forma parte de la bibliografía obligatoria de la Unidad 1 de Teorías de la Comunicación.

10 de abril de 2015

¿Por qué hubo indignación por ‘Charlie Hebdo’ y no por Kenia?

Para el debate... El jueves fueron asesinados 147 estudiantes en la Universidad de Garissa por extremistas somalíes, ¿por qué no impactó a la opinión pública?


Muchos internautas se preguntaban indignados por qué no hubo manifestaciones masivas para rechazar el ataque a los estudiantes asesinados en Kenia, tal como ocurrió luego del atentado al semanario francés Charlie Hebdo. Los comentarios resaltaron que el atentado en la Universidad de Garissa (Kenia) sería olvidado, contrario a las reacciones en el mundo cuando París fue atacada en enero.

5 de marzo de 2015

Esa manía de querer “construir la realidad” con el relato

En pocos días, se sucedieron tres ejemplos complementarios de la telaraña en la que tantos medios masivos de ¿comunicación? / difusión en Argentina han entrado desde  hace unos años. Si bien nunca existieron ni existirán las empresas periodísticas (públicas o privadas) que se puedan presentar como neutrales y liberadas de toda parcialidad; el bochorno al que estamos asistiendo no deja (por reiterado) de ser sorprendente.

7 de febrero de 2015

Ser o no ser Charlie, un mes después

A un mes del atentado terrorista en la sede de la revista francesa Charlie Hebdo, el escenario aparece como propicio para desarrollar los debates que hace 30 días fueron censurados y trabados. En este mes que transcurrió, Francia registró 147 actos antimusulmanes (más que en todo 2014) y un crecimiento de la islamofobia en sus distintas expresiones, confirmando la previsible consecuencia de que quienes más “ganarían” con este crimen serían las derechas reaccionarias y xenófobas de toda Europa.



Paradójicamente, un hecho repudiable como el asesinato de 12 personas (el 7 de enero, entre humoristas y policías, sumando más víctimas dos días después) pero que, por sus características y contexto, “abre todos los debates” (Michel Wieworka, sociólogo, AQUÍ); por nuestros pagos replicó en una voz monocorde que fue castigada en cada expresión que se apartara un milímetro de lo que el libreto oficial y hegemónico repetía: “Yo soy Charlie”. Yo soy Charlie, debíamos decir, escribir, difundir y repetir todos en un coro que no admitía desafinaciones ni interrupciones.