5 de octubre de 2020

El lugar de la difusión en la sociedad: los memes políticos y sociales

Por Grecia Barreto - Trabajo práctico introductorio, ciclo 2020. 

Hoy en día nos encontramos atravesados por las redes sociales: algunos la utilizan para distraerse, otros como medio para publicitar su negocio, hay quienes la usan para sentir la cercanía de sus seres queridos, etc. Tal es la omnipresencia de las redes sociales que nos resulta casi imposible pensar una vida sin ellas. Y, en esta pandemia, su uso se vio aún más intensificado.

También existe otro grupo, en quienes nos centraremos en este trabajo: aquellos que usan redes para brindar su perspectiva política y social.

No sé si llamarlo perspectiva, punto de vista u otro sinónimo porque eso me hace suponer que hay cierto grado de sabiduría para opinar sobre un determinado tema. A lo que hago referencia es a otra forma de expresar lo que se piensa: los memes.

¿Qué es un meme? La RAE lo define como “Imagen, video o texto, por lo general distorsionado con fines caricaturescos, que se difunde principalmente a través de internet”.

Si tenemos en cuenta nuestro contexto actual, notaremos que en la actualidad estamos frente a un “retroceso del poderío de los medios periodísticos y un aumento en la incidencia de las redes sociales” (Boczkowski, Mitchelstein y Matassi, 2016). Este impacto llega incluso a los niveles más altos de la ciudadanía, por ejemplo la campaña presidencial de Mauricio Macri.

En el marco de los memes políticos y sociales, podemos notar que, en la actualidad y frente a la hostilidad de los medios, los usuarios de redes sociales tienden a “informarse” mediante los memes. ¿Cómo lo hacen? En las siguientes líneas, enunciaré mi postura al respecto.

Si bien el objetivo inicial de los memes era el de el de divertir o entretener a quienes lo veían, hoy el uso es otro: el emisor hace explicita una postura que llega a un receptor, y que lo impacta. Y por supuesto que ese receptor acciona a partir de este meme, siendo el “compartir” una de las reacciones más habituales. Esto lo convierte inmediatamente en emisor.

Teniendo en cuenta los efectos de los medios masivos de comunicación (en adelante MCM), podemos decir que los memes “tienen cierta capacidad de lograr efectos de activación y refuerzo de la opinión política” (Sandoval, 2003). Pero aquí está el gran problema: hay una inversión en el sentido de acción de MCM.

Como expone Sandoval (2003):

Siendo los medios nuestra manera de tener noticias del entorno, su contenido incide en la imagen que nos formamos del mundo que nos rodea.

El proceso de los memes es inverso: podemos ver usuarios de Facebook e Instagram compartiéndolos en sus cuentas, y están notablemente cargados de una determinada ideología y refieren a una situación social determinada. ¿Cuál es esa ideología y esa situación social? No la saben porque el meme fue su único acceso a esa situación, y con eso formaron una suerte de opinión y la hicieron pública para sus contactos en redes sociales.

¿Y qué pasa con opinión? Que otro se siente identificado y la comparte, y el mismo proceso se repite incontables veces.

Los memes, como medio de comunicación, cumplen con las tres operaciones básicas, siguiendo los aportes de Sandoval (2003):

·         muestra qué hay en el mundo, seleccionando del conjunto de lo posible algunos acontecimientos y objetos;

·         indica la importancia relativa de las cosas que hay en el mundo, jerarquizando esos objetos y acontecimientos mostrados;

·         nos suministran juicios valorativos acerca de las cosas que hay y que suceden en el mundo.

Si tendríamos que ubicar a los memes en un tipo de MCM, podemos decir que es de “casi interacción mediática” porque

Se trata de una situación estructurada en la que algunos individuos están implicados en la producción de formas simbólicas para otros que no están físicamente presentes, mientras que otros están fundamentalmente implicados en recibir formas simbólicas producidas por otros a los cuales no pueden responder, pero con quienes puede establecer lazos de amistad, afecto o lealtad. (Sandoval, 2003)

En el caso de los memes, esta situación tiene una doble implicación: al mismo tiempo que un sujeto es productor, también en receptor. Es decir, quien comparte un meme lo recibe de otro lado, pero a su vez otro sujeto podrá compartir su publicación si está de acuerdo o no.

En la historia de los medios de comunicación de masas, pueden distinguirse cuatro elementos (McQuail, 1993):

1.      La tecnología

2.      La situación política, social, económica y cultural de una sociedad.

3.      El conjunto de actividades, funciones o necesidades

4.      La gente constituida en grupos, clases o intereses.

Haciendo referencia a los memes políticos y sociales, notaremos que se encuadran en los elementos número 2 y numero 4: en la situación política, porque hacen referencia a lo que sucede a diario, y esto nos lleva al punto numero 4 porque las opiniones respecto a esa situación dividen a la gente, fundamentalmente, en dos grupos: peronistas y macristas, izquierda y derecha.

En este punto vamos a encontrar un sinnúmero de memes en las redes sociales, en perfiles de Instagram exclusivos para publicaciones de este tipo, comunicadores que se dedican a analizar la situación del país en YouTube a tal punto que amenazan a la actual Vicepresidenta.

¿Qué sucede cuando los memes se hacen parte de nuestros días?

¿Por qué a veces nos enteramos de algún acontecimiento político-social por un meme  antes que por una noticia? Como dice McQuail (2003), porque es tal la interrelación entre los valores políticos y sociales que se atenúa el contraste entre lo que es moral y lo que no lo es, y se empareja el ocio con los fines serios. Por esta razón, cuando estamos en Facebook, Instagram o YouTube nos encontramos gente ataca violentamente a un comunicador “K” porque “tiene que devolver la plata del gobierno”. Estas acciones se reproducen al punto de ser virales porque hay gente que, desde la virtualidad y el ocio, adhiere a este tipo de acciones que lo único que hacen en realidad es sacar lo peor del ser humano. 

En la imagen podemos observar que, a través de un meme, se banaliza la situación de la vida real: un sujeto amenazó de muerte a una mujer y autoridad, en este caso la Vicepresidenta de la Nación.

Este meme fue compartido en infinidad de cuentas de Facebook e Instagram, se instalaron dos ideas: la primera es el autoritarismo de la ex presidenta  Cristina Fernández de Kirchner, y la segunda es que se ataca la libertad de expresión, cuando lo que se hizo fue acudir a la justicia por una amenaza de muerte. Y una idea que no se instaló, al menos en memes, fue la de la violencia hacia la mujer. 

Este meme parece inocente, con el sólo objetivo de generar humo pero… ¿cómo pudo ser tan banalizada una situación al punto de pasar por alto la violencia hacia una mujer, teniendo en cuenta el elevado número de femicidios?

Respecto al supuesto autoritarismo, el siguiente tweet también fue compartido en redes: “La detención del periodista E. Prestofelippo, en el marco de la causa iniciada por supuestas amenazas -ya debidamente aclarado-, es un acto excesivo y contrario a toda lógica democrática. La libertad d expresión implica respeto, sobre todo a quien piensa distinto #LiberenAlPresto” (Alejandro Finocchiaro, 10/09/2020).

Y, siguiendo con el meme seleccionado, muchas personas se quedaron con la idea de un abuso de autoridad por parte de la gestión actual de gobierno. ¿Por qué pasa esto? Porque sólo se toma como fuente fidedigna de información lo que sucede en redes sociales y, en el “mejor” de los casos, los programas que a diario atacan la gestión actual. Y esas ideas el receptor las reproduce, convirtiéndose en emisor de otro agente que está del otro lado de la pantalla.

Como sostiene McQuail (1983), y atendiendo al meme utilizado como ejemplo, “la comunicación de masas suele implicar el contacto simultaneo entre un emisor y muchos receptores, lo que permite la influencia inmediata por parte de muchos a la vez”.

Otro suceso reciente que fue retratado por los memes fue el lanzamiento del plan Potenciar Acompañamiento, que otorga 8.500 pesos -la mitad de un salario mínimo, vital y móvil- a jóvenes que transiten la última etapa de su tratamiento por consumo problemático y adicciones.

Los usuarios de redes sociales descargaron su ira contra este nuevo proyecto, convirtiendo a los memes como primera fuente de información y constructor de opinión, las cuales fueron expuestas en sus cuentas personales de Facebook.

¿Alguien se tomó unos minutos para saber realmente a qué apuntaba este proyecto?

En mi intento de ser un usuario responsable de las redes sociales, compartí una nota donde se explicaba todo lo referente a este plan, con la esperanza de que mis contactos lo leyeran. No sé si lo hicieron, elijo creer que sí. Y además elijo creer que se pusieron en el lugar de quien necesita ese dinero. Pero sé que estoy siendo algo ilusa.

Al observar la cantidad de memes que circulan por redes, y teniendo en cuenta los aportes de Muraro (1971), uno hace cierta lectura implícita en esas publicaciones: se sirve a una ideología, se ataca a alguien y se muestran hechos, o mejor dicho supuestos, que desmerecen y atacan al gobierno actual.

Algunas frases que leí con frecuencia, respecto a este plan y a otros, fue “cansado de mantener vagos”, “tiro en la nuca”, etc. Y es inevitable pensar en que, vía redes sociales, la violencia es gratuita y está a la orden del día.

Retomando las ideas de Muraro (1971) y viendo los memes: ¿se perdió el hábito de la lectura y los memes nivelaron para abajo la “cultura”? ¿O estamos ante una transformación, ni deterioro ni elevación, de la cultura?

Luego de todo lo expuesto, podemos notar varias características de los memes políticos y sociales, que abundan en redes sociales. En primer lugar, uno establece contacto con ellos mediante el pantallazo y haciendo scroll. Ese primer contacto, y muchas veces el único, nos deja una idea que es pequeñísima frente a lo complejo de la situación de que se trate. De este modo, se produce una pérdida de contexto y se alteran los sucesos.

Lo expuesto en el párrafo anterior tiene impacto: el receptor, lector, usuario de redes convierte ese meme en su forma de recibir noticias de su entorno político y social, y termina por hacerse una imagen a partir de esa pequeña percepción.

Esta situación es muy semejante a la que se produce cuando los usuarios de Facebook sólo leen el título de una noticia publicada en la cuenta de algún diario, y a partir de esa información, que es muy poca, emiten un juicio.

El poder de los memes es muy influyente en nuestros días, de eso no hay duda. Contribuye, a la minoría, a tomar con humor determinadas situaciones políticas y sociales. Pero a la mayoría, les proporciona información que excede sus límites, logrando crear un ambiente desinformado o mal informado. Y esto último trae un problema enorme, el más peligroso: la construcción de un sentido común en base a publicaciones enormemente acotadas. 

Bibliografía

·         BOCZKOWSKI, Pablo; MITCHELSTEIN, Eugenia; MATASSI, Mora (2016); El medio ya no es medio ni mensaje, En Revista Anfibia, 30 de julio de 2016.

·         SANDOVAL, Luis (2003); "Después de todo ¿qué cosa son los medios de comunicación?"; en Nombre Falso. Portal de comunicación y sociología de la cultura, otoño de 2003. Disponible en http://www.nombrefalso.com.ar.

·         SANDOVAL, Luis (2003); "Ni inocuos ni todopoderosos. Algunos datos sobre los efectos de los medios de comunicación"; en Nombre Falso. Portal de comunicación y sociología de la cultura, otoño de 2003. Disponible en http://www.nombrefalso.com.ar.

·         MC QUAIL, Denis (1983); Cap. 1 “¿Qué es la comunicación de masas?”; en Introducción a la teoría de la comunicación de masas; Ed. Paidós; Barcelona. Págs. 17 – 58

·         MURARO, Heriberto (1971); El poder de los medios de comunicación de masas, en Enciclopedia Transformaciones, Centro Editor de América Latina, BA.

·         GALEANO, Eduardo (1998); Patas arriba. La escuela del mundo al revés; Catálogos; Bs. As.

·         VASALLO de LÓPES, Ma. Immacolata (2001); Cap. Reflexiones sobre el estatuto disciplinario del campo de la comunicación; en VASALLO de LÓPES, Ma. Immacolata y FUENTES NAVARRO, Raúl –Comps.-; Comunicación. Campo y objeto de estudio; ITESO, UAA, Univ. de Colima y Univ. de Guadalajara; México. Págs. 43-57

·         https://www.argentina.gob.ar/noticias/se-presento-el-programa-potenciar-acompanamiento

·         https://twitter.com/elpresto2ok

  


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